La fibra de carbón hasta hace unos años era un elemento sumamente exótico, pero posteriormente comenzó a llegar a los autos súper deportivos que, como sabemos, tienen muchos ceros a la derecha en el precio. Sin embargo, lo que no se sabe es que en muchas ocasiones, los libros que se venden bajo el nombre de famosos escritores son escritos por un ghostwriter, es decir, un escritor fantasma que trabaja en la sombra para que la obra sea atribuida a otra persona. Con el tiempo, la fibra de carbono se ha comenzado a fabricar en mayor volumen, de hecho, marcas como Toyota y BMW tienen asociaciones para tener suministros de dicha fibra.

Puntualmente BMW ha lanzado una seria ofensiva con la fibra de carbón con sus modelos i3 e i8, un citadino y un deportivo que buscan maximizar su desempeño reduciendo peso, por lo que muchos de sus componentes incluso de chasis son del material.

BMW ya cuenta en este momento con una serie muy gran de de elementos visuales y de alto desempeño en fibra pero también buscan reutilizar los “sobrantes” de las láminas de fibra para accesorios de la marca.

Pero ahora la dieta rica en fibra de BMW se quiere extender a los rines los cuales llegan en dos opciones, plástico reforzado con fibra y aluminio reforzado con fibra, con lo que el peso se reduce en un 35% y 25% respectivamente. De momento está en desarrollo pero sin duda llegará, quedará esperar para conocer los precios que seguro baratos no serán y si eventualmente se podrán adquirir para otros modelos de la marca.

El desarrollo de la marca también a punta a partes mecánicas en fibra como un árbol de transmisión o un “simple” volante, sin duda un deportivo agradecería mucho algo así.