Citroën: AIRBUMP una idea inteligente  que protege al C4 CACTUS

Citroën: AIRBUMP una idea inteligente que protege al C4 CACTUS

Cuando parece que ya está todo inventado, Citroën vuelve a demostrar su creatividad en el mundo del automóvil con Airbump: una protección adicional para la carrocería del nuevo C4 Cactus donde diseño, tecnología y utilidad se unen. La forma, la función, el diseño y el estilo se conjugan de forma perfecta en los Airbump, realizados en poliuretano termoplástico y tras cuya sencillez se esconde la más avanzada tecnología puesta al servicio del conductor.

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Esta inteligente y fácil solución para proteger las puertas del coche está realizada en poliuretano termoplástico (TPU). Este material posee unas notables ventajas: es muy suave al tacto y tiene un aspecto exterior agradable. Pero además, disfruta de una muy buena resistencia a la abrasión, no emite ningún tipo de olor, goza de una alta flexibilidad y es resistente, por ejemplo a las salpicaduras de grasas o aceites.

Los técnicos que desarrollaron los Airbump realizaron más de 30 diferentes formulaciones de este material hasta dar con la composición correcta formada, además de por TPU, por fibra de vidrio y el colorante necesario para darle cada una de las cuatro tonalidades en que está disponible (negro, gris, duna y chocolate).

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Con este material se realiza la piel exterior de los Airbump que cubren las puertas delanteras y traseras del nuevo C4 Cactus. Cada uno lleva burbujas de aire que funcionan de forma similar a las defensas cilíndricas que usan los yates cuando se acercan al puerto para no golpear el pantalán y dañar la embarcación. Además, poseen otra pieza plástica interior que es la que va anclada a la chapa de las puertas: la unión entre ambas se hace solo con métodos mecánicos, sin utilizar ni adhesivos ni calor, en un procedimiento distintivo propio. Tanto como lo son las 10 patentes exclusivas registradas con Airbump® por Citroën.

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Los Airbump se unen a las puertas del C4 Cactus mediante 16 anclajes plásticos. Cada una de las 15 burbujas que protegen el lateral del nuevo Citroën C4 Cactus tiene una profundidad de 20 milímetros. Así, cuando reciben un impacto, los alveolos retienen el aire en su interior, resisten el golpe y tras éste el aspecto exterior de los Airbump vuelve a ser el original. Como si nada hubiese pasado. Además, esta medida de 20 milímetros no es caprichosa. Según Matteo Missiroli, Responsable de Desarrollo de Piezas y Equipamientos del Departamento de Carrocería y Habitáculo de PSA Peugeot Citroën, “permite que se ofrezca una gran protección y  además no afecte a, por ejemplo, la sonoridad del coche al circular por carretera”.

Para lograr algo que parece tan sencillo, los técnicos de Citroën realizaron múltiples ensayos. Primero para dar con el tamaño correcto de cada uno de los alveolos y de la pieza completa, de tal forma que ofreciese la máxima protección a la carrocería y resistencia a los golpes. Por supuesto tenía que cumplir con unas altas especificaciones en cuanto a su diseño: la forma importa tanto como la función. En total se fabricaron más de 3.000 piezas prototipo, 2.000 de ellas de gran formato. Tras el estudio de diferentes formas y diseños se aprobó por la Dirección de Diseño del Grupo la geometría de motivos en horizontal que vemos hoy.

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El momento de la verdad llegó con el montaje de la pieza en un coche. Para las primeras pruebas se utilizó un Citroën C3 con sus puertas recubiertas con Airbump®. Contra él se lanzó, a 4 km/h y en repetidas ocasiones, un carro metálico de hipermercado cargado con 40 kilos de lastre. También se abrió la puerta impactando contra bolardos metálicos o contra la puerta abierta de otro vehículo.

Pero no sólo la resistencia de la piel exterior de los Airbump se estudió a fondo en su fase de desarrollo, en la que han participado 50 personas desde 2007. Su acabado final fue cuidadosamente experimentado para que no afectase a la cinemática de apertura de las puertas. Asimismo su ensamblaje en la chapa fue motivo de largas pruebas ya que, al tratarse de piezas exteriores del vehículo, se ven afectadas por el frío, el calor y todo tipo de inclemencias meteorológicas. Se estudió en profundidad el comportamiento ante dilataciones y contracciones de origen térmico y para ello se optimizó el proceso de fabricación: al terminarse la pieza, ésta pasa a una zona especial de atemperado donde se asegura –mediante un último control de calidad– que se atiene a las medidas especificadas y se somete a un control de retracción y expansión del material.

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Otro de los aspectos destacables de Airbump es que no necesita un mantenimiento específico y contribuye directamente a la reducción de los costes de mantenimiento y reparación del vehículo a lo largo de toda su vida. Además, gracias a esta innovación tan práctica, desplazarse y aparcar en la ciudad es una acción más placentera: los pequeños golpes y arañazos en la chapa ya no son un problema.

Los Airbump se fabrican en exclusiva para Citroën por la empresa alemana Rehau en su planta de Tarragona y, desde allí, se suministran a la fábrica de PSA Peugeot-Citroën de Villaverde (Madrid). Ésta construye en exclusiva mundial el Citroën C4 Cactus.

CITROËN C4 CACTUS