
Mazda CX5: La conexión emocional
La nueva generación de este crossover japonés es ahora más emocional, tanto en lo que respecta a la estética, como el manejo. No sólo ha sido un lavado de rostro, sino que va más allá, ya que es tiene 10 milímetros más de ancho de vía, los postes A se han recorrido 35 milímetros hacia atrás y adopta ya el control G-Vectoring de las tecnologías Skyactiv-Vehicle Dynamics Technologies.
La parrilla tiene un tramado diferentes al de todos sus hermanos, que logra crear un efecto tridimensional y el logo de la marca es como un escudo encapsulado que sobresale de su posición debido a su tamaño, que es más grande.
El interior también ha cambiado mucho, ya que aparte de que se buscó que los materiales tuvieran un aspecto de vehículo de lujo, ahora el refinamiento, aquel que confirma o no los esfuerzos de los diseñadores por hacer que el cliente sienta que su dinero paga un vehículo de calidad y exquisitez en todo sentido, es aplastantemente contundente.
No sólo debías parecer de mayor precio los materiales, sino que se ha buscado que las formas y los trazos creen un ambiente placentero de confort. Las líneas de los elementos principales del diseño interior buscan generar mayor profundidad y estrena acabados tipo madera que añaden calidez al ambiente, aparte de los nuevos colores cálidos de la tapicería. Se ha detallado tanto en el armado, sensaciones y equilibrio de colores que sólo la tradición ancestral artesanal japonesa podía haberlo logrado.
Sigan pendientes de la llegada de éste modelo de Mazda a México.