Chevrolet Beat Notchback: El espacio y la distancia

Chevrolet Beat Notchback: El espacio y la distancia

Independientemente de que este modelo sea un derivado más de lo que aquí conocemos como el Spark Classic, con lo que ahora conviven dos generaciones distintas del mismo modelo, lo cierto es que se inserta en la gama de entrada de la marca con un potencial importante de reconocimiento por consumo, desempeño y ahora, con la adición de una cajuela, de espacio.

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Muchas estadísticas indican que, al menos en México, cuando el propietario tiene un vehículo con cajuela, más recorridos hace y más largos, principalmente fuera de la ciudad. Y esto es justo lo que pretende ofrecer esta versión del Beat.

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Para ser más precisos, la única diferencia tangible, tanto estética como estructural, es la adición de la cajuela, la que ofrece 385 litros de capacidad que en otras palabras quiere decir que puede alojar 5 maletas de las que se pueden llevar en la cabina de un avión. Para ser todavía más descriptivos, cabe la carriola de un bebé y demás artículos para familias pequeñas o estudiantes.

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El espacio interior parece el mismo que el Beat de cinco puertas, salvo que quizá para los pasajeros de la segunda fila el techo cae menos precipitadamente, describiendo una línea suavizada hasta la esquina posterior superior de la tapa de la cajuela y eso significa un poco, sólo un poco más de espacio para la cabeza.

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En nuestro primer contacto, con una ruta corta y predominantemente recta, di cuenta de que se trata de un auto que no parece abaratado, por si alguien lo pensaba relacionando el precio de inicio con lo que la calidad real ofrece. Al contrario, algunos plásticos merecen un reconocimiento debido a que se les dio un tacto agradable, y llevan algunos detalles estéticos que rompen la rutina de lo que es común en su segmento.

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Incluso el panel de instrumentos, que está inspirado en el de las motocicletas luce menos estridente, es más refinado y muestra más claramente la información. Ya no me irrita como antes, que era poco refinado. Por lo demás, tiene detalles estructurales que se permean en la articulación estética y la decoración general lo hacen parecer mucho menos utilitario de lo que se espera.

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La comodidad es un tema que se debe dejar claro desde el principio. Si bien el Beat es marginalmente más ancho en comparación con el Spark (1.595 del Spark contra 1.597 del Beat), los asientos, el ancho de las puertas y el espacio de la consola central inferior (cada uno abonando un poco de su parte al conjunto) le otorgan al ocupante de la parte delantera una sensación de amplitud mayor, pero es sólo una apreciación que repercute en la idea espacial de la parte delantera del auto.

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Ya en la marcha, me pareció que tiene una calidad de desplazamiento sensiblemente buena a velocidades urbanas, los amortiguadores absorben bien las irregularidades del camino y con esto se disminuyen una cantidad significativa de las vibraciones, dando otro punto favorable a la comodidad.

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La dirección tiene buena retroalimentación, al menos en recta y me gustó que aun andando a más de 130 kilómetros por hora, y hasta los 160 km/h no se pone nerviosa, dando otro punto favorable a la seguridad en el manejo. El pedal del embrague lo sentí con un recorrido levemente largo, el pedal del freno medianamente progresivo (según los estándares de su segmento) y el acelerador mostró reactividad suficiente para el tren de potencia con el que se equipa. Cabe aclarar que lo probamos al nivel del mar, por lo que habrá que ver cómo se desempeña a la altura de la CDMX.

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El motor es el mismo que el hatchback, de 1.2 litros, cuatro cilindros que genera 81bhp y 80 libras-pie de torque. Aunque las relaciones de su transmisión manual de cinco velocidades son un poco largas, estas están en función a lograr todavía un mejor consumo de combustible, algo como 20.7 kilómetros por litro. Sólo me molestó que tercera fuera más larga de que pensaba y en varias ocasiones tuve que ir más alla de las revoluciones que consideré necesarias para ir a velocidad de carretera a ritmo alegre, más de las 6,200 revoluciones por minuto.

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La rumorosidad del tren de potencia se hace presente por ahí de los 105 kilómetros por hora y en adelante. A los 110 km/h también se deja oír el ruido aerodinámico, pero nada que pueda interrumpir una plática entre los habitantes de la primera y segunda fila. A favor tenemos que la cajuela está bien diseñada aerodinámicamente, tanto como para darle mejor estabilidad, a velocidades de carretera, que la versión hatchback.

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El equipamiento es de lo más completo, que incluye en la versión más alta una pantalla de 7.0 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento con Car Play o Android Auto. Todas las versiones llevan dos bolsas de aire, pero lo único que hay que señalar es que las dos primeras versiones, de tres, no cuentan con frenos ABS. Eso no está bien, porque marcas como Volkswagen ya anunciaron que todos sus modelos traerán dos bolsas de aire y frenos ABS de serie.

Todas las versiones del Notchback son espejo de las del Hatchback y sólo se agregan 5 mil pesos extra por la cajuela.

Precios
LS 157,900
LT: $174,400
LTZ: $200,800

*Fotos GMM y XRA