Con una revisión no tan profunda, pero si muy sana, el modelo campeón en ventas de esta marca apunta a seguir siendo el preferido en su segmento.

Los cambios para la segunda fase de esta generación se aplican estéticamente la parrilla es ahora menos escalonada, con leds en las luces para niebla, una sección horizontal más sencilla, nueva defensa y rines de 18 pulgadas. En la parte trasera también las luces son nuevas, las secciones horizontales también fueron revisadas, lo mismo que el deflector trasero.

En el interior hay leves cambios de superficies, se añade un acabado tipo madera, que, si bien no se ve tan elegante, si en cambio realza los trazos horizontales del panel delantero con singular optimismo. Además, estrena consola central con mejor localización de los puertos USB y una recolocación de la disponibilidad de los espacios para almacenar objetos. También hay nuevas texturas en los textiles. Dependiendo de las versiones, se puede contar con Cargador inalámbrico de teléfonos, Smart Entra Keyless, Pantalla táctil de 7 pulgadas, sistema de audio Premium.

En el plano de seguridad está muy completa esta renovada CR-V ya que se puede tener, en las versiones más altas alerta de atención al conductor, Cámara de reversa, control de permanencia en carril, etcétera.
Durante nuestra prueba di cuenta de que algunos cambios que parecieran sutiles son en realidad de mayor impacto, por ejemplo, la parte delantera exterior luce con más actitud amable que la anterior, que, al ser más escalonada, parecía algo más complicado de digerir, aunque esto lo solían pasar de largo los clientes por el sólo hecho de que una CR-V siempre ha sido un vehículo confiable y cumplidor. De igual forma, la parte trasera se hizo menos impactante visualmente, ya que la superficie de acabado metálico brillante se disminuyó sensiblemente, por lo que ahora es más elegante.

En el interior tenemos una estructura levemente envolvente a la que las decoraciones de madera aportan un poco de contraste. En general, la percepción de calidad y solidez es muy alta. La nueva consola central realza todo el conjunto delantero, sólo que en lo particular no me gusta ese acabado piano que sirve de marco a la pantalla principal, la que me pareció ser un poco chica.

La suspensión está configurada con un puntal MacPherson delantero y la suspensión trasera es de enlaces múltiples que utilizan amortiguadores de baja fricción especialmente ajustados, que incluyen barras estabilizadoras tubulares delanteras y traseras sólidas que promueven un giro receptivo y curvas más planas.

La marcha mejora levemente, de hecho, es casi imperceptible bajo ciertas circunstancias. Pareciera que los bujes de la suspensión, o las juntas del amortiguador con la carrocería fueron cambiadas. Esto no está anunciado por ninguna parte, pero me parece que le hicieron ese cambio porque ahora es todavía menos rumorosa que su antecesora, lo que aporta un tanto más de comodidad.

El tren de potencia se conforma con un motor de cuatro cilindros 1.5 litros, turbo, VTEC, que genera 188 bhp y que va acoplado a una transmisión continuamente variable. Los caballos de potencia serían muy prometedores en el plano de la deportividad, con más reacciones emotivas, sin embargo, la transmisión de encarga de favorecer el consumo y la comodidad haciendo de lado la deportividad. De hecho, mantiene las revoluciones en el rango de las 1,900 y 3,500rpm para aprovechar siempre el mejor rango de torque. Me pareció también que ahora, la transmisión aprovecha más la inercia del motor para ir “planeando” por más tiempo, si lo comparamos con el del Civic.

La dirección está en un plano medio entre muy comunicativa y levemente virtual, lo cual es lo más apropiado para los clientes que buscan un vehículo que se puede mover muy bien en espacios reducidos de la ciudad y que también puede salir a recorrer carreteras sinuosas el fin de semana. Esa característica de manejo ya la tiene muy bien dominada Honda y tiene muy buen efecto en el consumidor.

Todas las versiones incluyen limpiaparabrisas intermitente con rociador para vidrio trasero, luces de marcha diurna de LED (LED DRL), manijas de apertura al color del automóvil y vidrios tintados con protección UV. Para la versión Touring, suma equipamiento especial como quemacocos eléctrico de tres posiciones de un solo toque con detección de obstáculos, rieles en el techo y agrega una cajuela de acceso manos libres (Hands-Free Access Power Tailgate), que permite abrir y cerrar la cajuela con un sensor activado con los pies, que se ubica en la parte trasera del vehículo, y sistema de apertura eléctrica de cajuela con llave en la versión Turbo Plus.

Viene equipada con rines de aleación de aluminio reforzados (de 17 a 18 pulgadas dependiendo de la versión), un pilar-A más estrecho para mejorar la visibilidad y una alta disponibilidad de numerosos accesorios originales Honda que amplían la belleza, la comodidad y la funcionalidad de esta SUV.

Todas las mejoras que ha recibido CR-V la ponen en un plano superior respecto a sus rivales y su desempeño seguramente no defraudará a iniciados y recién allegados. Le otorgo una calificación muy alta, de cinco estrellas, por que simplemente es un modelo transparente, muy honesto, que cumple en todo lo que busca el cliente en México y además tiene el respaldo de una red de servicio a toda prueba. Honda lo ha hecho muy bien en todos los aspectos importantes de lo que significa ser propietario de un vehículo.

Honda CR-V 2020 estará disponible en colores: Acero, Gris Metálico, Plata Lunar, Blanco Platino, Negro Cristal, Azul Obsidiana y Rojo Radiante.

Honda CR-V Turbo 2020 $489,900 pesos
Honda CR-V Turbo Plus 2020 $539,900 pesos
Honda CR-V Touring 2020 $589,900 pesos