Manejamos la gama de Volvo en México

Manejamos la gama de Volvo en México

Estuvimos en el Centro Dinámico Pegaso, manejando prácticamente toda la gama del portafolio de Volvo, marca que después de 4 años sigue en pleno asentamiento y desarrollo toda vez que en el 2010 se separó de Ford, marca con la que había generado sinergias de negocio y redes de distribución y proveeduría.

El día de hoy la marca prácticamente ha retomado el camino en solitario aunque le queda un camino muy grande al frente luego de caer en ventas en México mientras que la marca en el mundo ha crecido. Para nuestro país una nueva “camada” de productos y esto sin dudas hará que se reposicionen en el segmento Premium con la bandera de seguridad que han desarrollado.

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Las pruebas fueron variadas y demandantes, además les comento que tenía un buen rato de no subirme a un producto de la marca sueca, con decirles que él último que me tocó fue el C30, así que pude comparar la generación pasada con lo que tenemos en el presente en México.

De entrada debo comentarles una generalidad en la gama, y es que el manejo cuenta con un sentir interesante, es decir con la firmeza de un alemán pero con mayor suavidad en cuanto a la dirección, esto se nota en el manejo en pista donde los Volvo se mueven con soltura sin ser unos deportivos.

Esto último se acentúa con el nuevo motor turbo de la marca que con solo cuatro cilindros y 2.0 litros alcanza los 245 hp, en la conferencia de prensa se anunció que el próximo año se lanzarán nuevos bloques que alcanzarán poco más de 300 hp gracias a los supergargadores, sin demeritar esto los rendimientos de combustible.

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La primera prueba de manejo fue con el S60 versión T5, es decir con el motor 2.0 litros, (aunque tiene versiones de entrada de 150 y 180 hp respectivamente) en un circuito de aceleración y zona sinuosa donde permitió sentir el empuje de las 258 lb/pie de torque, mismo que permitía recuperar rápidamente la velocidad a la salida de cada curva.

El manejo como les comenté es firme aunque no esconde su lado orientado a la comodidad sobre todo en las suspensión que se comprime algo más de lo normal cuando se exige una vuelta rápida, aunque si se requiere mejor desempeño Volvo ya comercializa su división de mejoras denominada Polestar.

La segunda prueba fue con el V40 T5 con el mismo motor el cual permite un mayor sentir de velocidad y respuesta gracias a su menor tamaño, esta parte fue más de habilidad que de velocidad ya que el ejercicio requería ir en reversa para luego con dos movimientos rápidos al volante dar una vuelta en 180° y salir hacia el frente.

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Con todo y que dicha prueba demandó mucho a la suspensión jamás se sintió pesado o que existieran movimientos laterales excesivos, además los sistemas de estabilidad y tracción entraron en escena, aunque destaca algo muy importante con respecto a la generación pasada, y es que ya no son tan intrusivos y permiten un manejo más “normal”.

Por último tuvimos la típica prueba de cambio de carril y regreso, pero aquí fue sobre una superficie pulida y mojada en uno de los dos carriles. Esto permitió al XC60 presumir sus controles de tracción y estabilidad mientras que el chasis trabajó de gran manera sobre la suspensión y como resultado el piloto requería un mínimo esfuerzo, aunque cabe destacar que la velocidad de la prueba fue de 60 km/hr (37 mph), algo por debajo de los límites normales de las autopistas y vías primarias.

La marca nos quedó a deber el sedán grande S80 y la nueva XC90, mismas que ya estaremos probando de forma individual en unos días.

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