Por Xavier Reynaga

La marca japonesa sorprendió con un modelo en un segmento al que pocos atienden y que de hecho en este continente sólo tiene un trío de contendientes. Lo que vimos en Los Angeles es el modelo que prácticamente está ya listo para producción y se prevé que sea durante la primavera de 2015.

CX-3 está justo entre un CX-5 y un Mazda3 Hatch Back, pero se desmarca muy bien, ya que, estéticamente tiene elementos que, aunque mantiene la genética de la marca, parece que le son propios. La parte trasera es la que más destaca, y le hace ver, tanto más grande que un Mazda3, y menos voluminosa que CX-5.

Sus opciones de motorizaciones serán varias: una de 2.0 litros SKYACTIV-G (de gasolina) y un nuevo diésel de 1.5 litros SKYACTIV-D, ambos acoplados a transmisiones manuales de seis velocidades o de igual número de relaciones pero automática.

Estrena también luces principales más delgadas, con más elementos de diodos y en el interior, tiene más parecido con el Mazda3 que con CX-5.

Seguiremos pendientes de su llegada al mercado nacional.