Yamaha FJ-09 y R1, más opciones para disfrutar

Yamaha FJ-09 y R1, más opciones para disfrutar

Yamaha Motor de México continúa ampliando su gama de productos y presenta dos nuevos modelos en nuestro país. Se trata de la FJ-09 y la emblemática R1, ambas presentan mejoras importantes para disfrutar a plenitud sus capacidades.

De acuerdo con la marca, FJ-09 es un producto que reúne calidad, versatilidad, seguridad y diseño. Estrena grupos ópticos en LED que ofrecen mejor iluminación para el piloto aportando con esto un mayor nivel de seguridad.

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Su motor es de tres cilindros, de cuatro válvulas y 850 cc con transmisión de seis velocidades. El uso de materiales que disminuyan el peso es cada vez más común y en el caso de este modelo su chasís es de aluminio fundido. La parte superior de éste es más amplio para brindar mayor comodidad al pasajero, el asiento está dividido en dos y es ajustable en dos posiciones con variaciones de 15 mm y no necesita herramienta para hacer los cambios.

La suspensión es con horquilla invertida y el parabrisas es de tres posiciones de 15mm cada una y los ajustes también se hacen manualmente.

El neumático delantero tiene una medida de 120 con un rin de 17 pulgadas, dos discos ventilados cuatro calipers, el trasero mide 180, incorpora de serie un sistema ABS para mayor seguridad en la conducción.

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Suspensión trasera es tipo monoshock con posición casi horizontal y está montada en un basculante de aluminio con lo que se incrementa la ligereza del vehículo.

En el aspecto tecnológico ofrece el sistema YCC-T (Yamaha Chip Control-Throttle) que es un control de aceleración y proviene de Moto GP, también está el control de tracción para un arranque suave son importar el tipo de superficie y tres modos de manejo.

Conociendo a la R1

Yamaha R1 es un modelo que ocupa un lugar destacado entre las motos deportivas japonesas. En esta ocasión pudimos conocerla más de cerca. Actualmente los niveles de rendimiento entre los modelos de súper motos del rango de 200 caballos de fuerza son muy parecidos entre sí, lo que nos obliga a pensar más de una vez cuál de ellas comprar.

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La mayor fortaleza de esta moto es el aspecto electrónico ya que originalmente fue concebida para participar en el mundial de Super Bike (WSBK, por sus siglas en inglés). En muchas ocasiones tanto motos como automóviles que salen al mercado son adaptados para que corran en los circuitos, pero aquí sucedió lo contrario, fue un paso de las pistas a las calles.

A diferencia de lo que se acostumbra en una prueba de manejo donde solamente está disponible el nuevo modelo, en esta ocasión Yamaha nos permitió comparar ambos, el entrante y su predecesor. En el caso de la generación anterior era evidente que se trataba de un vehículo de carrera donde la entrega de potencia fue contundente y su suspensión precisaría de algunos ajustes para recorrer el trazo. Un aspecto que la identifica es el sonido inconfundible del motor, fuerte y poderoso.

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Hablando de la nueva generación, los controles de tracción y asistencias electrónicas le imprimen una mayor versatilidad, y esto lo pudimos comprobar al realizar los primeros giros pues las usamos en su totalidad. Esto nos dio la impresión de que este modelo estaba un poco atrás de su antecesora, pues la entrega de potencia era muy suave, algo que se agradece en el manejo en ciudad.

Una vez que dejamos detrás los sistemas electrónicos, apareció el verdadero espíritu de la R1, su esencia deportiva, con una potencia desde las bajas revoluciones y el control sobresaliente cuando salimos de la curva, permitiendo incluso un poco de derrape en la llanta trasera. Y a pesar de tener energía de sobra, el circuito resultó pequeño para aprovechar los 200 caballos que entrega la nueva máquina.

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En lo que toca a la suspensión, ahora tiene mayor aplomo y los movimientos de balanceo son inexistentes, el frenado es suave al contacto pero con potencia en el camino. Lo que no cambia, para bien, es su sonido.

Es imposible que con todas estas características una variación al alza en el precio se pueda evitar, éste se incrementa notablemente para llegar a los $299,900 pesos, $69,000 pesos más que la versión actual. Es sin duda un costo elevado, pero lo vale en cada peso invertido, y aún más si lo tuyo es participar en pruebas de circuito, donde podrás aprovecharla a plenitud.