
Mitsubishi L200: Un guerrero
La más reciente generación de esta pick up mediana de Mitsubishi fue creada para colocarse como un “Ultimate Sport Utility Truck” según la estrategia de producto de la marca. Aproximadamente el 80 de las piezas con nuevas aunque la base, de largueros y travesaños se derivan directamente de la anterior.
El avance es tal, que sigue siendo la favorita para la industria minera en México y, por ejemplo, casi todas las minas que operan en Zacatecas, México, hicieron ya pedidos para sus flotillas y ponerlas a trabajar bajo la superficie de planeta.
Independientemente de las novedades, lo cierto es que sigue heredando esa genética de rally que es propia de Mitsubishi, tanto en lo estético, como en el tren de potencia. En cuestión de imagen destaca la parrilla cromada que domina el frente y otorga una complejidad estética más sofisticada, de mayor lujo, aunque no es necesariamente más deportiva, si en cambio es más dramática. De hecho el cromo se aplica a un mayor número de elementos de decoración, como las manijas. También se observan nuevos estribos laterales, faros de niebla con bisel en color negro y tercera luz de freno tipo Led.
En el lateral de observa la llamada “J-Line” que divide el límite de la cabina de pasajeros, de la caja de carga y que de ésta se deriva la posibilidad de disponer de mayor largo, de aproximadamente 20 mm, y confort a los ocupantes de la segunda fila de asientos, con respaldos más inclinados.
Se ha reforzado la plataforma con aceros de mayor resistencia, pero al mismo tiempo las zonas de deformación se han mejorado. En cuanto a seguridad, se complementa el paquete con bolsas de aire frontales, cinturones de seguridad de tres puntos con pretensor y limitador de fuerza para el conductor y pasajero, cinturones de tres puntos para los pasajeros de la segunda fila, frenos ABS, y sistema de distribución electrónica de frenado.
En base a su espíritu de trabajo habrá dos versiones de tren de potencia, la primera es impulsada con un motor de gasolina, de cuatro cilindros, 2.4 litros, con inyección multipunto gestionado electrónicamente, que genera 126bhp y 143 libras-pie de torque. La otra es diésel de 2.5 litros, cuatro cilindros, riel común, con inyección de combustible de alta presión, de 134hbp y 232 libras-pie de torque.
Mientras que la de gasolina sólo se acopla a un sistema de tracción trasera, la diésel va con uno de tracción en las cuatro ruedas, con selector “Easy-Select” que puede activar la caja de transferencia cuando la L200 va en marcha a menos de 100 km/hora. En función a su capacidad todo terreno, el ángulo de entrada es de 30 grados, el ventral de 28 y el ventral de 24º.
Cada versión tiene algunos elementos de decoración o funcionales propios, por ejemplo la de gasolina estrena “flares” laterales y una defensa trasera estilizada. En el caso de la versión diésel, lleva una defensa cromada de alta resistencia.
La capacidad de la caja aumentó, con sus nuevas medidas que son de 1.520 metros de largo, por 1.470 de ancho y altura de 475 milímetros; pudiendo llevar 1,060 kilos en la versión de gasolina y 1040 para la diésel. En cuanto a capacidad de arrastre, la primera puede remolcar hasta 1,800 kg y la segunda 2,200 kilos.
La versión de gasolina tiene precio de 309,900 pesos
La versión diésel es de 379,900 pesos.