Con el paso de los años México ha logrado convertirse en un lugar atractivo para las inversiones provenientes del extranjero en diferentes sectores, uno de ellos es el automotriz. La construcción y puesta en marcha de diferentes plantas para producción de automóviles es significativa para impulsar la economía y lo que va de la mano con ella como es la creación de empleos directos e indirectos,

El anuncio más reciente lo dio a conocer Ford, empresa que tendrá una factoría en el estado de San Luis Potosí y que entrará en operación en el año 2020 generando alrededor de 2,800 empleos directos.

Sin embargo en todo este camino recorrido, hay asuntos por atender y resolver de la forma más adecuada para aprovechar al máximo el buen momento por el que pasa la industria automotriz.

Durante el pasado Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México (CIIAM), Guido Vildozo, analista de la empresa IHS, abordó algunos de estos pendientes.

El primero de ellos es la situación que se vive en el estado de Nuevo León con el fabricante coreano Kia, en donde el gobierno federal ha dejado en manos de las autoridades estatales la solución al conflicto.

Sin embargo, Vildozo señala que esto no puede seguir así y será necesaria la intervención de las dependencias federales correspondientes para resolverlo.

Y es que si bien este asunto no compromete alguna inversión ya anunciada, el no solucionarlo podría dar una mala señal a otras compañías que tengan intenciones de establecerse aquí provocando con esto que elijan otro lugar.

El directivo añade que no se está refiriendo a más instalaciones para fabricar autos, sino a empresas de proveeduría de segundo o tercer nivel.

Otro aspecto involucra a la disponibilidad de personal y la producción de vehículos para el 2020. Vildozo comenta que para ese año México fabricará más de 4 millones de unidades pero no pasará de las cinco millones tan anunciadas.

Lo anterior se debe en primer lugar a la falta de recursos humanos con la preparación que requieren las empresas, esto ha significado retrasos en la apertura de turnos adicionales como ya está sucediendo en plantas del Bajío. Esto significa un retraso en los planes originales de cada compañía.

Mientras no haya fuerza laboral calificada, no será posible alcanzar los objetivos marcados para el año en cuestión. Existirá capacidad instalada para producir más de cinco millones de unidades, pero no el personal suficiente para conseguirlo.

Contar con un socio estratégico en México cuando se va a poner en marcha una planta es crucial y empresas como Audi o Daimler lo han entendido muy bien, pues en el primer caso la marca de los cuatro aros cuenta con Volkswagen que tiene más de cinco décadas en nuestro país y la segunda hizo alianza con Nissan, que también ya lleva muchos años trabajando aquí, para poder desenvolverse más fácilmente.

Caso contrario es el de Toyota y BMW, que al entrar solas, les lleva más tiempo conocer bien la base de proveedores.

Finalmente está el tema de infraestructura, que requiere atención especial pues su primera prueba será cuando comience a funcionar la planta de Kia, Y es que de acuerdo con el directivo de IHS, el sector privado ha sabido sortear los obstáculos a los que se enfrenta cuando no existen las suficientes vías de comunicación.

Vildozo habla de lo que está por suceder en el estado del norte, pero también hay que voltear a ver otras entidades que en pocos años estarán en funcionamiento y a las que habrá de dotar de todas las facilidades para que no vean afectadas sus operaciones.

El ejecutivo concluye que es tiempo para que el gobierno federal diseñe una estrategia de infraestructura hasta ahora ausente.

Como podemos ver, la llegada de inversiones y el funcionamiento de nuevas fábricas no lo es todo, se trata solo del principio porque estamos hablando de planes a largo plazo y tanto las dependencias estatales y federales relacionadas (economía, comunicaciones, educación, etcétera), deberán entenderlo así para no afectar al sector y hacer que más personas se vean beneficiadas.