Contingencia y movilidad, ¿cuál es la solución?

Contingencia y movilidad, ¿cuál es la solución?

El problema de la calidad del aire en la Ciudad de México se ha convertido en un tema de interés nacional por los repetidos niveles elevados de contaminantes que han obligado a las autoridades a aplicar medidas para contrarrestarlos, como las modificaciones al programa “Hoy no circula”, que hace más severa la restricción para que puedan circular los vehículos en la capital.

Esto ha traído como consecuencia malestar generalizado entre los capitalinos porque han visto afectadas sus actividades cotidianas al tener que prescindir del uso de sus automóviles una o hasta dos veces por semana cuando se pone en marcha la Fase 1 de contingencia.

No solo eso, también las actividades económicas padecen esta situación y por lo mismo deben adecuarse a este nuevo escenario de tal forma que impacte lo menos posible en su operación y por consiguiente en los costos económicos que esto pueda representar.

Sin embargo ha sido evidente que las acciones implementadas no han funcionado del todo porque a pesar de una menor cantidad de vehículos en circulación, continúa siendo elevada la contaminación. ¿Por qué sucede esto?

El programa “Hoy no circula”

Como una forma de disminuir las emisiones contaminantes, se puso en marcha hace muchos años el programa “Hoy no circula”, que en un principio mostró su efectividad, pero con el paso del tiempo se ha vuelto insuficiente.

Durante el Foro ZMVM Contingencia Ambiental-Movilidad y Colapso Vial, el Doctor José Agustín García Reynoso del Centro de Ciencias de la Atmósfera, dio a conocer que reducir el número de vehículos que circulan en la ciudad no minimiza la concentración de ozono (O3).

Puso como ejemplo los datos de un monitoreo realizado en 2009 donde se muestra que los días en que hay menos actividad vehicular basado en la concentración de monóxido de carbono (CO), un 6% en sábado y 23% el domingo, existe un aumento en la concentración de ozono del 4% el primer día y 6% el segundo.

Por lo tanto, el programa “Hoy no circula” solamente resuelva una parte del problema, pero no abarca todos los factores que intervienen en la generación de partículas que contaminan el aire.

Lo que se debe buscar es combatir las emisiones de los Compuestos Orgánicos Volátiles (VOC, por sus siglas en inglés), sustancias químicas que contienen carbono y son liberados por la quema de combustibles como gasolina, madera, carbón o gas natural.

Estos elementos en combinación con otros son precursores del llamado ozono a nivel de suelo que afecta la salud provocando daños respiratorios en el ser humano.

Muchos habitantes de ciudades con mala calidad del aire sufren problemas respiratorios como irritación de ojos, garganta y mareos, entre otros.

García Reynoso añadió que otros hay efectos crónicos como el que presentan los pulmones en su desarrollo que se ve reducido por la exposición al ozono, es decir, no crecen lo que deberían.

También un incremento de 10 partes por millón (ppm), aumenta la tasa de mortalidad en .8% porque agrava padecimientos cardiopulmonares.

El investigador añadió que si bien es cierto que los niveles de ozono han disminuido, también existe el factor meteorológico el cual influye en la calidad del aire. Dijo que por el momento no se pueden disminuir las emisiones por cuestiones meteorológicas, lo que se debe hacer es prevenir a la población de que no se exponga por medio de los pronósticos climáticos o la difusión por parte de las autoridades.

La movilidad

Las personas que vivimos en la capital sabemos lo difícil que es trasladarse de un lugar a otro, ya sea utilizando un automóvil particular o mediante el transporte público. En el primer caso se debe principalmente a la gran cantidad de vehículos que se desplazan por las calles, convirtiendo en verdaderos “estacionamientos” muchas de las llamadas vías rápidas, que desde hace tiempo dejaron de serlo.

Hoy en día las “horas pico” pueden presentarse en cualquier momento del día y prácticamente cualquier zona de la capital, dando como resultado un caos generalizado.

En el mismo foro ZMVM Contingencia Ambiental-Movilidad y Colapso Vial, Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Asociación Mexicana de Movilidad y Transporte, señaló que el costo que representa el colapso vial es de 80 mil millones de pesos al año.

Esta cifra resulta de multiplicar el tiempo que tardas en desplazarte de un punto a otro por el salario mínimo vigente, esto representa también lo que cuestan todas las horas-hombre que se pierden.

Y eso no es todo, más allá del tiempo, esto también se relaciona con el consumo de combustible, que se ha incrementado en las últimas décadas, ya que gastas más de gasolina para recorrer un mismo trayecto hoy que hace varios años.

Traslademos ahora esta situación a cada vehículo que circula en las calles, el resultado, viajes más caros y además, un daño considerable al ambiente y de paso a la salud de los ciudadanos.

¿Por qué sucede esto?

Una de las razones es la poca inversión en transporte público. Históricamente se ha dado más importancia a la construcción de vialidades para los vehículos particulares.

Hace diez años se inauguró la primera línea del Metrobús, un sistema que puede trasladar a muchas personas y ayuda a sustituir unidades de transporte concesionado. Hoy en día existen seis rutas, pero se necesitan más.

No es un mal servicio, al grado que en otras ciudades donde se ha implementado los resultados son satisfactorios, sin embargo la situación en la Ciudad de México es diferente, porque se ha visto rebasado y esto da como consecuencia un servicio ineficiente.

Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), comenta que una solución es desalentar el uso del automóvil como sucede en otros países en donde incluso existen impuestos por emisiones, pero para ello debe existir como alternativa un sistema de transporte público eficiente, algo que no existe en la Ciudad de México.

Para revertir esto, Padilla Zenteno dice que deben existir mayores apoyos para la compra de unidades y de esta manera acelerar la sustitución de los vehículos que prestan el servicio concesionado, muchos de los cuales ya tienen más de 25 años de edad. Añadió que el actual esquema del programa “Hoy no circula”, debe permanecer porque ya no es posible regresar al anterior.

El colapso vial y la mala calidad del aire son realidades que ya están aquí y llevará tiempo modificarlas, lo que se necesita es que las autoridades diseñen políticas enfocadas a un buen transporte masivo y que sea una opción realmente funcional para que las personas dejen de usar su vehículo.

Es menester que se actúe de forma rápida pero eficaz por parte de las autoridades, pues no solo se trata de la movilidad en su conjunto, también va de por medio la salud de millones de personas que viven y trabajan en la capital, mismas que ya comienzan a sufrir malestares como irritación de ojos y garganta, o las que padecen alguna enfermedad de vías respiratorias, las cuales pueden agravarse pudiendo terminar en la muerte.