Porsche de México nos invitó a la prueba del nuevo Panamera Turbo en la ciudad de Miami, donde se localizan las oficinas Porsche Latin America y ahí dimos cuenta del escalón tan enorme que se subió al pasar de una generación a otra en todos los sentidos, absolutamente todos. De hecho, prácticamente no comparte ningún componente con su antecesor y por lo demás ha sido inteligentemente desarrollado.

De entrada, la estética tiene más que ver con el 911 actual, pero se le añadieron algunos toques tomados de sus otros hermanos, como la franja horizontal trasera, tomada del 718; el diseño de la escotilla trasera, es más parecida a la del Cayman y la línea del techo es 20 milímetros más baja hacia atrás. Este nuevo Panamera mide 5.049 metros (ganó 34mm) de largo, 1.937 (+6mm) de ancho y 1.423 (+5) de alto, pero justamente gracias al trazo del arco del techo, que aun cuando es más alto se aprecia más bajo y largo. Como sea, sigue luciendo musculoso y aún sin saber de qué versión se trata la que se observa luce muy poderoso. Cabe destacar que el Panamera Turbo que probamos estrena un particular color azul que añade un tanto de extroversión a su imagen y los rines oscuros dramatizan más su postura gallarda.

Todas las unidades de luz son nuevas y las traseras, por ejemplo, tienen un efecto tridimensional y tienen diodos de luz, mismos que son la base de la iluminación general del auto. Un detalle que destaca a la versión Turbo es el alerón trasero retráctil, que ahora se desdobla cuando se extiende con lo que gana superficie aerodinámica adicional. En la versión Turbo, los tubos de escape son trapezoidales.

La parte delantera, luce más afilada con un cofre de nervaduras convergentes al frente, en forma de flecha. Además, el frontal ha sido rebajado gracias a que los motores ahora son más más compactos y las líneas principales de los costados del cuerpo de éste coupé de cuatro puertas apuntan todas hacia las salpicaderas. En los costados del frente es donde se funden líneas rectas y convexas de forma suave, pero contundente.

En el interior se aplicó un nuevo concepto de integración de tecnologías que se denomina Porsche Advanced Cockpit y que significa que se ha digitalizado, como no lo había visto antes en un auto de lujo o deportivo de altos vuelos, prácticamente todos los sistemas de Info-entretenimiento, navegación, aire acondicionado, ambiente de la cabina, iluminación interior, etcétera. Así que, de haber llegado a tener más de 80 teclas para operar, se pasaron a unas cuantas perillas y superficies táctiles en donde se puede activar todo. Para lograr eso, se integró una pantalla principal, central, más larga y ancha, lo que a su vez necesitó que el emplazamiento estético del panel frontal tuviera superficies más horizontales.

En el panel de instrumentos se dispusieron dos pantallas de siete pulgadas, que están situadas directamente en su línea de visión para una ergonomía ideal y se mantiene el tacómetro analógico. Además, la consola de la palanca de cambios, que va entre el conductor y el pasajero delantero, está dominada por una pantalla táctil de 12.3 pulgadas que pertenece a la siguiente generación del sistema Porsche Communication Management (PCM). Otra innovación, al menos para un Porsche es que se prescinde de la palanca de cambios común a cambio de un vástago más corto, ergonómico y con una estética más arquitectónica.

El arsenal de sistemas de control y seguridad es impresionante, como lo son la suspensión neumática adaptativa, que emplea la nueva tecnología de tres cámaras e incluye el Porsche Active Suspension Management (PASM o control electrónico de amortiguadores). Otro sistema disponible es el mejorado control dinámico deportivo del chasis (Porsche Dynamic Chassis Control Sport o PDCC Sport), del que forma parte el reparto selectivo de par a cada rueda (Porsche Torque Vectoring Plus o PTV Plus) y la estabilización activa del balanceo, así como una nueva dirección electromecánica.

El 4D Chassis Control integrado analiza y sincroniza todos los sistemas del chasis en tiempo real y optimiza el rendimiento en carretera del nuevo Panamera. Por si fuera poco el eje trasero es direccional, un elemento nuevo en este modelo que ha sido adaptado del 918 Spyder y del 911 Turbo.

El Panamera Turbo tiene el motor de gasolina más potente de la gama, hasta ahora y es un V8 biturbo de 4.0 litros, que desarrolla 550 caballos de potencia a 5,750 revoluciones por minuto y torque de 568 libras-pie entre las 1,960 y 4,500 rpm. Tiene 30 caballos más que el modelo precedente y el torque máximo se incrementó 52 libras-pie.
Las cifras que se obtienen con éste motor son impresionantes: realiza el 0 a 100 km/h en 3.8 segundos y si se equipa con el Paquete Sport Chrono esa cifra baja a 3.6 segundos. Su velocidad máxima es de 306 km/hora. La relación peso/potencia es de apenas 3.6 kg/caballos. Pero no todo queda ahí ya que el consumo es todavía mejor que van de entre los 9.4 – 9.3 Km/Litro.

Los especialistas de Porsche describen que se emplean complejos turbocompresores de doble turbina para suministrar aire comprimido a las cámaras de combustión del V8. Los dos compresores, que giran en sentido contrario, producen un torque muy elevado a muy bajas revoluciones del motor. El Panamera Turbo también es el primer Porsche que está equipado con el nuevo control adaptativo de cilindros en su propulsor. Con carga parcial, el sistema convierte temporalmente el motor de ocho cilindros en uno de cuatro de forma imperceptible. Así se reduce el consumo de combustible hasta un 30 por ciento, dependiendo de la demanda de potencia en las fases en que funciona con cuatro cilindros.

En nuestra prueba de manejo, di cuenta de un auto que tiene una marcha muy refinada, sólo que un poco más firme a lo común del segmento Premium y esto es pertinente en un auto que puede andar a 300 kilómetros por hora sin drama alguno y con una estabilidad magistral. El tacto de la dirección es también firme, con un sentido de precisión muy alto y tiene una muy buena retroalimentación con el conductor, tanto a baja velocidad, como a alta.

Miami pareciera ser un lugar en donde el Porsche Panamera, y en especial, el color, destacan en todo momento. Y lo que más me gustó es que dicha ciudad tiene tanto avenidas amplias como calles estrechas, en donde se puede experimentar la dirección del auto sin vacilar ningún momento. Es muy fácil dar la vuelta en un espacio muy cerrado y de igual forma, mantener el trazo al tramitar una curva de una carretera. Quizá sólo cuando se tiene que estacionar el Panamera Turbo es cuando uno se da cuenta de su longitud total.

Aunque nuestro recorrido fue más bien de perfil turístico, en un par de carreteras que pasan los alrededores del centro de Miami, dimos cuenta que las reacciones del motor, en modo normal son incluso más rápidas de lo que se espera, lo que hace elevar la adrenalina del conductor y pasajero de inmediato enmarcado por un rugido embriagador.

Hay que señalar que los turbocompresores del nuevo Panamera Turbo están integrados en la parte central, dentro de la V de las bancadas de cilindros. Este esquema, con el turbo en el centro, tiene numerosos beneficios: los motores son más compactos y pueden ir montados en una posición más baja. Esto, a su vez, tiene un efecto positivo en el centro de gravedad del vehículo. Por lo demás, el corto recorrido que hay entre los dos turbocompresores y las cámaras de combustión produce una respuesta inmediata al acelerador.

Las respuestas del motor pueden variar a más rápidas si se utiliza el selector modo (opcional), que fue introducido por primera vez en el Porsche 918 Spyder. Se trata de un mando giratorio situado en el volante, que activa uno de los cuatro modos de conducción (Normal, Sport, Sport Plus o Individual). El ‘Botón de Respuesta Deportiva’ está ubicado en el centro del mando y éste es el que liberada la máxima potencia disponible del Panamera (Wooow).

La transmisión de ocho velocidades pareciera ser telepática, ya que se apega al estilo de manejo del conductor en turno de manera inmediata, hace los cambios sin vacilar y estos siempre son los más atinados en relación a la situación a la cual se enfrenta uno. Incluso si se va a fondo, los cambios nunca generan un sobresalto, son más bien fluidos, progresivos y cómodos para los ocupantes.

Más detalles sobre nuestra prueba de manejo exclusiva del Porsche Panamera Turbo en Miami, Florida; en nuestro programa de radio ABC Motores y en el suplemento impreso. Sigan pendientes.