Ya habíamos comentado mucho de este modelo, sin embargo, ya logramos hacerle la tan esperada prueba de manejo, la que nos dejó con las ganas de seguir teniendo en nuestras manos un vehículo que ha sido pensado a profundidad y al que se le han detallado tantas características como nunca se ha visto en este segmento.

Luego de la presentación que hiciera Mazda para México me quedó claro que no se trataba de seguir presentando un sedán o hatchback que fueran necesariamente una continuidad de lo que ya se tenía, no sólo en el terreno de lo estético, que de todas maneras tiene algún parecido con su antecesor, que es más bien por genética; sino que incluso en algunos puntos se regresaron a revisar su pasado para retomarlo y avanzar sobre ello.

Al respecto de la estética, la idea era, como dicen los mismos creadores del modelo, crear una obra de arte única, que no tuviera que haber sido inspirada en algún animal, sino más bien que fuera expresivo y amable en todo momento y el resultado es lo que ustedes ven por dentro y por fuera. Entonces se trata de la evolución del lenguaje de diseño Kodo (Alma en movimiento) que hunde sus raíces en la esencia de la estética japonesa y se libera de todo lo superfluo. Como era de esperarse, el llamado Jinba Ittai, que no es otra cosa que la relación y entre el hombre y la máquina y en este caso se elevó a terrenos insospechados.

En nuestro primer contacto dimos cuenta de todo aquello que se ha presumido como ventaja, empezando por la posición de manejo. La palanca de cambios movió hacia adelante y está más elevada, tanto en las versiones con cambio automático como manual. En esa nueva posición, al conductor le resulta más cómodo mover la mano del volante a la palanca. Los cambios de marcha son limpios y fluidos. La columna de la dirección ofrece 10 mm adicionales de ajuste por cada uno de los lados. El intervalo de regulación tiene en total 70 mm y permite adaptar con mayor precisión la posición de conducción. En el nuevo Mazda3 también se ha revisado el sistema de elevación del asiento. El conductor puede ajustar el asiento con mayor precisión hasta encontrar su postura de conducción óptima, con un campo de visión ideal.

El desempeño dinámico no tiene nada que ver con el modelo que sustituye, porque simplemente la concepción es otra. Estrena plataforma basada en un bastidor recto y en estructuras en forma de anillo. Presenta nuevas conexiones adelante y atrás, mismas que complementan conexiones verticales y laterales, ya existentes en la carrocería anterior, para formar estructuras anulares multidireccionales que aumentan la rigidez y simultáneamente reducen el desfase en la transmisión de energía. Todo lo anterior es para maximizar la función de los amortiguadores (¿Ahora entienden lo que les decíamos de los detalles a fondo?).

Esta explicación tiene que ver con el hecho de que, con una plataforma rígida, la puesta a punto puede dar más precisión en el manejo con mucho mejor comportamiento de toda la suspensión. Y es que, al adoptar una suspensión de brazo rígido, tenían que asegurarse de que no hubiera perdida de desempeño significativa si lo comparamos con el Mazda3 anterior, que usaba una de enlace múltiple.

La suspensión del nuevo Mazda3 se muestra más firme, más no dura, en relación con el modelo anterior, aparte de que mantiene muy firme el eje trasero, no pierde comodidad, ya que las vibraciones son muy bien absorbidas por mejores bujes y otras soluciones como el hecho de que se ha acortado la distancia entre los casquillos del brazo inferior delantero y las rótulas exteriores, para incrementar la rigidez longitudinal en respuesta a las fuerzas laterales. Como resultado de esta novedad se suprimen los movimientos de adelante atrás y se favorece una transmisión de la tracción más rápida y sin retardo.

Lo anterior da como resultado una estabilidad en todo momento sin igual. En carreteras rectas va muy lineal y en curvas continuas puede cambiar de dirección fácilmente y con muy poca reluctancia, demostrando agilidad y agarre mecánico muy bien logrado. La cantidad de subviraje es muy baja, lo mismo que los movimientos longitudinales al momento de acelerar intensamente o de frenar.

Otras muestras de cuidado en los detalles consistieron en conseguir un movimiento natural y placentero, como caminar, mientras se está manejando. Un estudio de la capacidad del ser humano para mantener un equilibrio dinámico, realizado por Mazda, ha permitido analizar cómo movemos la pelvis y la columna vertebral para controlar nuestro centro de gravedad. Los hallazgos se aplicaron al diseño de los asientos, la carrocería y el chasis. Los neumáticos, la suspensión y la carrocería del coche trabajan de forma coordinada para suavizar la transmisión de las irregularidades de la carretera a la pelvis. Así que el conductor mantiene en todo momento una posición sentada natural, lo que redunda en un confort y una estabilidad de marcha que se adaptan a la perfección a la sensibilidad humana.

Por más forzada que sea la maniobra, el cuerpo del conductor se mantendrá estable sentado en su sillón y eso abona otro tanto más a la sensación de estabilidad, la que de hecho se complementa con el sistema G-Vectoring Control Plus que además de quitar torque como en el motor anterior de 2.5 litros, frena cualquiera de las ruedas para inducir el auto a la trayectoria curva que se desea.

Aparte de que la suspensión reduce los cabeceos del frenado se puso atención a que el conductor sintiera el momento en el que se empieza a aplicar fuerza de frenado. De este modo, el conductor puede modular fácilmente la velocidad de deceleración mediante el movimiento del pedal evitando cabeceos y siendo más preciso en la desaceleración.
Todo ese comportamiento se conjuga para dar un desempeño que genera emotividad en el conductor y que definitivamente esperamos de cada Mazda. Pero las sorpresas no para ahí, sino que el Hatch Back tiene un perfil diferente al sedán y, de hecho, si usted los observa a fondo desde el exterior, ni el sedán, ni el cinco puertas comparten alguna pieza de la carrocería entre ambos.

Por lo demás, el Hatch back tiene un tacto más reactivo cuando comparamos el modo sport de los dos modelos, especialmente en las aceleraciones y me da la impresión en que es levemente, sólo levemente más firme en la dirección que su hermano, y todo eso aumenta mucho más las sensaciones al volante deseando seguir manejando por más tiempo esta nueva generación de Mazda3. Este cinco puertas acelera más intensamente y se siente de inmediato.

Por lo demás éste se acompaña con un sistema de Info-entretenimiento con conectividad para CarPlay y Android Auto con un sistema de audio el cual también ha sido revisado a fondo de la mano de los ingenieros de Bose. El sistema de la versión más equipada se compone de 12 bocinas y como la disposición nueva no requiere los huecos en las puertas que se usaban anteriormente, la calidad del aislamiento ha mejorado sustancialmente. Es un sistema en el que se ha hecho hincapié en generar un sonido muy natural y se investigó a fondo que se llegó a la conclusión de que el subwoofer, en el sedán debería ir dentro del panel delantero, no en un hueco en la parte trasera. En el Hatch back va en la cajuela.

Se trata de un modelo que ha sido creado con pasión, delicadeza y extremadamente a fondo en cuanto a los detalles. Este nuevo Mazda3 Invita a ser manejado y provoca en quien lo conduce un ánimo alegre durante el tiempo que se está al volante, es deportivo, amable, está bien armado, con una pasión por la calidad inusitada y está a nivel, o supera ya a varios modelos del segmento Premium. Con un equipo de seguridad muy amplio, y versiones bien escalonadas, se confirma como la mejor compra, tanto a nivel emotivo, como de desempeño, y valor por lo que se paga.