Audi, reunión de campeones

Audi, reunión de campeones

Falta muy poco para que se lleve a cabo la carrera de las 24 Horas de Le Mans, la competencia de resistencia más dura del mundo y que Audi ha ganado en 13 ocasiones desde el año 2000. Para 2015, la marca de los cuatro aros se está preparando intensamente para obtener su victoria número 14.

Por primera vez el fabricante alemán ha reunido a todas las unidades de sus modelos ganadores en Le Mans para realizar por primera vez una foto de grupo. Cada uno de ellos representa en cada momento el lema “Liderazgo por tecnología”.

La cadena de victorias comenzó con el Audi R8 en el año 2000. “Después de un año de aprendizaje y de acumular experiencia en Le Mans, comenzamos la temporada del año 2000 con un diseño completamente nuevo”, comenta Wolfang Ullrich, director de Audi Motorsport. “Desde la distribución de pesos a la refrigeración, la suspensión, la aerodinámica y otros muchos aspectos, logramos crear un auto bien equilibrado”. Tanto el Audi Sport Team Joest como el resto de equipos de la marca, recibieron un auto de carreras que los mecánicos a día de hoy aún alaban con entusiasmo. Aquel auto destacaba por un diseño modular que resultó ser tan robusto y fiable como simple, permitiendo efectuar cualquier reparación rápidamente. La transmisión de los autos de carreras LMP fue considerada como un conjunto vulnerable en su momento, pero Audi desarrolló una solución particularmente inteligente: la parte trasera —compuesta por la transmisión y el eje trasero— podía ser reemplazada en cuestión de minutos gracias a que disponía de unos elementos de sujeción de liberación rápida.

En 2001, la tecnología FSI significó un gran paso adelante en lo referente al tren de potencia. La optimización del consumo de gasolina mediante la inyección directa tuvo un efecto favorable en la capacidad de respuesta de los autos de carreras, y poco después fue introducida por Audi en sus modelos en producción. Entre los años 2000 y 2005, el Audi R8 ganó en Le Mans en cinco ocasiones, y “Mr. Le Mans”, Tom Kristensen, fue uno de los pilotos del equipo ganador en cada uno de aquellos años.

En 2006, Audi provocó una auténtica revolución tecnológica. El R10 TDI fue el primer auto ganador en Le Mans equipado con un motor diésel. Desde entonces, únicamente los vehículos LMP de competición con motores diésel han conseguido ganar la clásica carrera en La Sarthe, incluyendo entre ellos a otros ocho modelos Audi. “El reto consistía en desarrollar un motor diesel para competición con más de 650 hp de potencia” comenta Ullrich. La integración de esta unidad V12 en un auto de carreras LMP planteó igualmente un gran desafío. El peso, el reparto de las cargas por eje y los requerimientos de la refrigeración en una categoría de alta competición especialmente sensible a la aerodinámica, planteó unas elevadas exigencias a los ingenieros. El Audi R10 TDI ganó Le Mans consecutivamente en tres ocasiones desde 2006.

El Audi R15 TDI está unido a una hazaña que continua en nuestros días. Este auto de carreras dotado con un motor V10 TDI y una batería de ion-litio para alimentar el sistema eléctrico de a bordo batió en 2010 el record de distancia recorrida vigente desde hacía 39 años en La Sarthe. Un año después debutó el R18 TDI, que también fue, al instante, un auto ganador. “Este prototipo de cabina cerrada marcó el comienzo de una nueva era en Le Mans para Audi”, comenta Ullrich. “Las normas nos obligaron a reducir la cilindrada del motor desde los 5.5 litros hasta 3.7 litros. Por lo tanto, la eficiencia aerodinámica se hizo aún más importante”. La optimización aerodinámica ayudó a mejorar los tiempos por vuelta pese a que el auto de carreras tenía menor potencia máxima que su predecesor y consumía claramente menos combustible.

Desde entonces, todos los autos de carreras Audi LMP1 han recibido la denominación R18, a pesar de que siempre se ha tratado de modelos de nueva generación. El R18 etron quattro del 2012, el primer auto de competición híbrido de la marca, significó el mayor paso adelante. Audi, como primer ganador con un vehículo híbrido, marcó un nuevo hito en Le Mans y, en 2013, ganó nuevamente con una versión significativamente actualizada de este modelo. Un motor V6 TDI enviaba su potencia al eje trasero, un sistema híbrido al eje delantero, y el sistema de control de todo el conjunto era completamente electrónico. “Audi nunca antes había desarrollado un auto de carreras tan sofisticado”, afirma Ullrich. El cambio más radical de las normas hasta la fecha se produjo apenas un año más tarde, cuando a cada uno de los autos de competición de la categoría LMP1 se les restringió el consumo de combustible y de energía híbrida a una cantidad límite por vuelta. Por lo tanto, Audi desarrolló básicamente un nuevo y aún más eficiente R18 e-tron quattro. Ganador de la carrera en 2014, era aún más rápido que su predecesor, aunque utilizaba un 22 por ciento menos de combustible. Y es que no hay otra forma mejor de demostrar que Audi es “Liderazgo por tecnología”.